A lo largo de estos 100 años, la educación tuvo que atravesar diversos procesos militares que dejaron marcas imborrables. Entre ellas, quema de libros, prohibiciones y persecuciones a personajes claves de nuestra cultura.
Por eso, durante el primer semestre del año, los chicos de 6° A y B leyeron, rescataron y analizaron algunos libros "infantiles y juvelines" que fueron censurados durante la última dictadura cívico-militar.
A continuación, compartimos con ustedes algunos de los títulos trabajados, acompañados por el singular fundamento con el que fueron prohibidos. Y, también, una serie de audios que registran pequeños fragmentos de la lectura que realizaron los chicos.-
Aclaración:
* La siguiente información fue obtenida de la página web
http://planlectura.educ.ar/listar.php?menu=2&mostrar=1123,
correspondiente al Plan Nacional de Lectura del Ministerio de Educación,
Presidencia de la Nación Argentina
Aclaración:
* La siguiente información fue obtenida de la página web
http://planlectura.educ.ar/listar.php?menu=2&mostrar=1123,
correspondiente al Plan Nacional de Lectura del Ministerio de Educación,
Presidencia de la Nación Argentina
* La Torre de Cubos, de Laura Devetach
Un libro que contiene muchas historias y cuentos que hablan de una nena que construye una torre de cubos que la lleva a mundos imaginarios, o una nena que dibuja en la pared de la cocina un pueblo y éste cobra vida, o de marineros de papel que quieren descubrir que es el mar, o un chico que se traga el silbido de un tren y forma un nuevo lenguaje, también un deshollinador desocupado que dibuja caminos de hollín y un monigote solitario que sale de la pared donde fue dibujado y se relaciona con un niño.
Entre todas estas historias, se encuentra también “La Planta de Bartolo”, donde Bartolo siembra una planta y al tiempo nacen cuadernos que el regala a los chicos del pueblo. Así los chicos, “escribían y aprendían con muchísimo gusto”. Pero sucedió que el vendedor de cuadernos se enojó: primero quiso comprarle la planta a Bartolo y como se negó a venderla, envío a la policía, pero en ese momento llegaron todos los chicos silbando y gritando. “Buen negocio en otra parte, gritó Bartolo secándose los ojos”.
La torre de cubos fue prohibido en la provincia de Santa Fe, el 23 de mayo de 1979, por resolución 480, donde se decía entre otras cosas: “se desprenden graves falencias tales como simbología confusa, cuestionamientos ideológicos-sociales, objetivos no adecuados al hecho estético, ilimitada fantasía, carencia de estímulos espirituales y trascendentes (…)centrando su temática en los aspectos sociales como crítica a la organización del trabajo, la propiedad privada y el principio de autoridad enfrentando grupos sociales, raciales o económicos con base completamente materialista, como también cuestionando la vida familiar (…)”.
Luego se prohibió en la provincia de Buenos Aires, Mendoza, hasta que se extendió a todo el país por decreto nacional.
El libro, al igual que tantos otros siguió circulando por otros canales: sin el nombre de la autora era incluido en antologías, o los maestros hacían
copias a mimeógrafo y se los daban de leer a los alumnos.
*Un elefante ocupa mucho espacio, de Elsa Bonermann
Entre los cuentos que contiene el libro, la autora narra la historia de una huelga de animales en un circo, propuesta por el elefante, “Víctor, un elefante de circo, se decidió una vez a pensar “en elefante”, esto es, a tener una idea tan enorme como su cuerpo….
ahí nomás les explicó a sus compañeros que ellos eran presos... que trabajaban para que el dueño del circo se llenara los bolsillos de dinero... que eran obligados a ejecutar ridículas pruebas para divertir a la gente... que se los forzaba a imitar a los hombres... que no debían soportar más humillaciones y que patatín y que patatán. (Y que patatín fue el consejo de hacer entender a los hombres que los animales querían volver a ser libres... Y que patatán fue la orden de huelga general...)”.
Fue prohibido por decreto, el 13 de octubre de 1977, junto al libro El nacimiento, los niños y el amor, de Agnés Rosenstiehl, ambos editados por Librerías Fausto y el argumento señalaba: “En ambos casos se trata de cuentos destinados al público infantil, con una finalidad de adoctrinamiento que resulta preparatoria a la tarea de captación ideológica del accionar subversivo (...) De su análisis surge una posición que agravia a la moral, a la Iglesia, a la familia, al ser humano y a la sociedad que éste compone”.
El libro de Elsa Bonermann en 1976, fue elegido para integrar la Lista de Honor del Premio Internacional “Hans Christian Andersen”, otorgado por la International Board on Books for Young People, con sede en Suiza.
Como consecuencia, la autora, hasta que terminó la dictadura, tuvo vedado el acceso a cualquier establecimiento de educación pública del país.
*Otros títulos prohibidos tanto infantiles como para adultos fueron:
Jacinto de Graciela Cabal, Educar para la libertad de Aldo Bütting y Dios es fiel. Catequesis para 6to. grado de la escuela primaria de Beatriz Casiello, ambos de la Editorial Católica Guadalupe, La historia siglo a siglo contada para niños, libro importado de España por Ediciones Paulinas fue retenido en aduana y no pudo ingresar al país, Niños de hoy, Nuestros muchachos y El amor sigue siendo niño de Álvaro Yunque editados por Plus Ultra, Los zapatos voladores de Margarita Belgrano, Dailán Kifki de María Elena Walsh, Operación Masacre, de Rodolfo Walsh, Rojo y negro de Stendhal, Las venas abiertas de América Latina de Eduardo Galeano, El principito de Antoine Saint Exupéry, Cuentos premiados de Leopoldo Marechal, Gracias por el fuego de Mario Benedetti, El país de Minotauro de Mariano Castex, Humanismo socialista compilado por Erich Fromm, Mascaró, el cazador americano de Haroldo Conti, Enciclopedia Salvat-Diccionario, La cuba electrolítica (libro de Física censurado porque contenía la palabra "cuba" en su título), los libros de Paulo Freire en todas sus ediciones, entre tantos otros.
*Nota: en breve subiremos los audios realizados por los chicos.
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